sábado, 29 de octubre de 2016

Quería ser un poema de García Lorca.





El resultado de prácticamente tres malas semanas me caen pesadas sobre los hombros... y sobre el alma. Solo me han traído un hormigueo doloroso que me hierve el corazón.

Por casi tres semanas completas, aquella sensación en la boca del estómago de pena, angustia y tristeza no me dejaron, es esa donde el cuerpo se tensa y todo se olvida para que esa sensacion nauseabundamente dolorosa sea el estelar del sufrir. Me queda claro que no sé ponerle nombre a mi cólera.

A la mejor es todo un gran berrinche.
Uno enorme, y mi tristeza más larga de año y medio también, y cada uno de mis periodos de tristeza son berrinches.

Una vez de chiquita me puse un pantalón al revés y desde ahí supe que todo iba mal.


Me he sentido verdaderamente estúpida, me siento triste y poquito me falta para volver a llorar, pero quiero estar sola, no siento que le pueda decir a nadie lo que me está sumergiendo, porque decirlo en voz alta es admitirlo.

Y mi dolor es tan ajeno pero nunca pasajero.

Hoy pienso en todo y nada, me he sentido chiquita y vulnerable. Me he sentido sola de nuevo; y maldita sea, quiero saber, me retuerzo por saber cómo se quita todo esto que tengo.
Hoy no hubo canción de Oasis, ni ningún acorde jamás tocado que me hiciera vivir poquito a través de.
Hoy Alex Turner no ha sabido qué decirme concretamente, y I know better que ponerme algo del Doherty ese, porque de que lo pongo y me siento TAN TAN ASÍ, me voy a desgarrar por completo y voy a beberme lo último que me queda de esta tristeza tan amarga, y de ahí no salgo en 6 meses.

Me consumo yo misma y ya no me veo o deseo.

Quería ser un poema de García Lorca, quería volar bien lejos, quería estar en todos lados menos aquí.
Últimamente siento que todos saben algo que yo no. Este mundo es tan complicado y cambiante, ¿cómo se supone que me encuentre en un un mundo con billones de personas?

Siento que conforme escribo no comunico nada, siento que todo esto no tiene significado alguno. Y creo que es porque no tengo ninguna canción que citar, no hay nada de fondo mientras escribo a diferencia de todas las otras entradas, hoy nadie se ha puesto mi dolor debajo del paladar.
Y esto, me parece gravísimo, es que no saben que mi alma se consume.

Pero ya no sé qué hacer, y me quema. Voy a pararme a escoger una rolita de... alguien.


jueves, 13 de octubre de 2016

El arte perdida del asesinato.





Hoy escribo con la ansiedad un poco más punzante que de costumbre, con el alma un poco más rotita.
Quiero abrir este siguiente diálogo con mi canción favorita de Oasis, Don't look back in anger. Donde precisamente Noel Gallagher canta este verso que dice por favor no pongas tu vida en la manos de una banda de rock n' roll y lo tires todo, o lo que quiere decir es que no la cagues pensando que una banda va a salvar tu vida.


Me gusta mucho este verso, en general creo que yo soy la Sally de la que hablan esta canción, a la que le cantan en el coro cuando dicen que Sally puede esperar, ella sabe que es muy tarde.

Esta tarde después de las noticias más amargas no sé si de mi vida o adolescencia, o semestre, cómo sea, me he sentado a llorar, sin capricho alguno solté la primera lágrima torturándome a mí misma.
Y entonces, en compañía de mi buen amigo Peter Doherty, he pasado toda la tarde considrando quién soy cómo persona y si ahora sí puedo cantar cada uno de los versos de Please Please Please Let Me Get What I Want.

Hoy, a pesar de lo contrarío en muchos casos, me siento traicionada, me siento criminalizada e impotente al respecto. Por eso hoy justamente hoy pienso en El arte perdida del asesinato,
Durante años de considerar a Doherty una de las influencias más grandes de mi vida, con "su vida pasada" o lo que sea, precisamente me gusta decir que no por que lo apruebe, o quién soy yo para juzgar, más aún sin conocer al tipo formándome ideas de él. Sin embargo, en mi estupidez o no, este hombre me ha dado los consejos más sabios o quizás los más estúpidos.

Me gusta pensar que no solo se canta a él mismo, sino a las personas como él, como nosotros.

Lo han juzgado, y todo. Perdón por salir en defensa de esta persona que me parece la más maravillosa, pero con el huequito punzante y las lágrimas que me han salpicado la tristeza, no tengo de otra más que pensar que HOY ME HABLA A MÍ, que hoy fue un gran dia para un asesinato y he sido apuñalada un millón de veces.

"Don't look at me like that", pide Doherty.

Yo también, y pido que alguien me quite el dolor de entrañas en el que hoy encarno a Doherty.