jueves, 13 de octubre de 2016

El arte perdida del asesinato.





Hoy escribo con la ansiedad un poco más punzante que de costumbre, con el alma un poco más rotita.
Quiero abrir este siguiente diálogo con mi canción favorita de Oasis, Don't look back in anger. Donde precisamente Noel Gallagher canta este verso que dice por favor no pongas tu vida en la manos de una banda de rock n' roll y lo tires todo, o lo que quiere decir es que no la cagues pensando que una banda va a salvar tu vida.


Me gusta mucho este verso, en general creo que yo soy la Sally de la que hablan esta canción, a la que le cantan en el coro cuando dicen que Sally puede esperar, ella sabe que es muy tarde.

Esta tarde después de las noticias más amargas no sé si de mi vida o adolescencia, o semestre, cómo sea, me he sentado a llorar, sin capricho alguno solté la primera lágrima torturándome a mí misma.
Y entonces, en compañía de mi buen amigo Peter Doherty, he pasado toda la tarde considrando quién soy cómo persona y si ahora sí puedo cantar cada uno de los versos de Please Please Please Let Me Get What I Want.

Hoy, a pesar de lo contrarío en muchos casos, me siento traicionada, me siento criminalizada e impotente al respecto. Por eso hoy justamente hoy pienso en El arte perdida del asesinato,
Durante años de considerar a Doherty una de las influencias más grandes de mi vida, con "su vida pasada" o lo que sea, precisamente me gusta decir que no por que lo apruebe, o quién soy yo para juzgar, más aún sin conocer al tipo formándome ideas de él. Sin embargo, en mi estupidez o no, este hombre me ha dado los consejos más sabios o quizás los más estúpidos.

Me gusta pensar que no solo se canta a él mismo, sino a las personas como él, como nosotros.

Lo han juzgado, y todo. Perdón por salir en defensa de esta persona que me parece la más maravillosa, pero con el huequito punzante y las lágrimas que me han salpicado la tristeza, no tengo de otra más que pensar que HOY ME HABLA A MÍ, que hoy fue un gran dia para un asesinato y he sido apuñalada un millón de veces.

"Don't look at me like that", pide Doherty.

Yo también, y pido que alguien me quite el dolor de entrañas en el que hoy encarno a Doherty.












No hay comentarios:

Publicar un comentario